Siempre corro para sorprenderte por la espalda y taparte los
ojos diciéndote:
-¿quién es la más guapa del mundo?-
Tú haces el amago de
no saber quién es, pero sabes perfectamente que soy yo, y sonríes. Nos miramos durante segundos
pensando, ¡Qué tontos!. Luego dejo de sonreír, me acuerdo de que tienes novia y
miro hacia otro lado pensando en que me tengo que olvidar de ti. Pero no puedo,
sé que es amor, siempre he sido enamoradiza, bueno, tú también. Somos iguales. Iguales
de cabezotas, testarudos, comedores, tontos, tontos, muy tontos. Por eso me
enamoré de ti, ¿o de mí?
No hay comentarios:
Publicar un comentario